
Una persecución policial en el Estado de Hawai detonó el trabajo de las fuerzas de seguridad gringas, luego que un auto que burló los controles se acercara peligrosamente hasta donde se encontraba de vacaciones el presidente gringo, Barack Obama.
Según la agencia Reuters, los policías de Honolulú chantaron a un vehículo que tenía así un alto de infracciones no pagadas. El chofer, al verse atrapado, apretó el acelerador y se dio a la fuga.
Los polis lo persiguieron por varios minutos, pero el fugado, sin saberlo, entró a la calle donde Obama disfrutaba del inicio de sus vacas.
Para evitar cualquier atisbo de atentado, los agentes de seguridad del grone se metieron en el procedimiento y chantaron al correcaminos.
"La persecución a alta velocidad, finalmente terminó en uno de nuestros puestos de seguridad", dijo Edwin Donovan, del Servicio Secreto gringo.
El mandatario ni siquiera notó qué pasó en su casita, pues estaba jugando un partido de golf con amigos.
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